El sábado pasado decidimos volver a visitar, después de mucho tiempo, uno de los lugares más freak de Budapest, el mercado de pulgas de Ecseri. Y alucinamos: fue un auténtico regreso al pasado, sin la necesidad de ninguna máquina del tiempo. Incluso los vendedores parecían los mismos de hace dos o tres décadas, con las mimsas conversaciones, los mismos giros, los mismos gestos de orgullo o de desprecio que ya habían desplegado durante los años del comunismo.

Regatear es obligatorio, no ponen los precios, tienes que preguntar y te dicen unas cifras desorbitadas, que por supuesto no debes tomar en serio.

Desde luego, todo es “original” y “antiguo” y “único” o “una ganga”, solo para ti. Pero si no vas con intenciones de adquirir algo valioso por nada, puedes pasar un rato entretenido en este lugar realmente estrafalario. Hay de todo: muebles, pinturas, ropa de segunda mano, recuerdos de la época del comunismo, cámaras fotográficas, estatuillas, etc.

Durante la semana, el mercado parece vacío, se anima solo los fines de semana, sobre todo los sábados por la mañana. Abre a las seis, es imposible siquiera imaginarse que alguien se moleste en madrugar para acudir al Ecseri. Y cuidado, está bastante alejado del centro, así que solo te recomendamos ir si estás realmente convencid@ de que esto es una actividad para ti.

Las fotos dicen más que cualquier palabra…

Dirección: Budapest, Nagykőrösi út 156, 1194

Horario:

de lunes a sábado: 9-14

domingo: 9-13